NAVEGAR TAN LEJOS,TAN CERCA
Los galeones que zarpaban de Canarias hacia América en el siglo XVI no alcanzaban más de siete nudos lo que equivalía a aproximadamente trece kilómetros por hora. Si los vientos tenían a bien empujar los velámenes con fuerza y destreza, al mes alcanzaban el Caribe. El avituallamiento era escaso y no pocas veces se volvía hambruna y enfermedades que diezmaban tripulación y pasaje. Pero siempre se navegaba ligero porque los sueños no pesan y bodega y cubiertas iban atestadas de ellos. La vuelta traía especies y especias nuevas, miradas desorbitadas sobre paisajes, selvas, pueblos originarios, ríos caudalosos, mares turquesa infinito, tierras cuyo horizonte se había mudado al cielo. Ilusiones que a veces anclaban en bahías perfectas y otras eran engullidas por tormentas invencibles. Lo cierto es que, siglos más tarde, muchos hemos comprendido que la mayor riqueza no radicaba en El Dorado sino en el intercambio y fusión de culturas.
Primero por mar, más tarde en avión, el pasaje vuela y las ilusiones de visitar, conocer, emigrar, prosperar también, lo hacen con el entusiasmo emocional y los sueños de ver, vivir y sentir lugares y gentes de las que aprender y a las que mostrar lo nuestro.
Las Comunicaciones, con el paso del tiempo han desarrollado una tecnología diversa y enriquecedora. Desde el telégrafo de Morse en 1836 con sus mensajes codificados. Las primeras transmisiones radiofónicas, de Marconi a finales del siglo XIX y posteriores. La puesta en marcha de la televisión desde 1925. El advenimiento de las nuevas tecnologías en los siglos XX y XXI con internet y el uso masivo de la telefonía móvil y las computadoras. Nos encontramos en una era de inmediatez y de intercambios. Pero sobre todo, vivimos en un mundo donde las distancias kilométricas o en millas no cuentan para estar cerca.
Felicitamos, por tanto, a esta plataforma digital que comienza y se abre al mundo desde Canarias, impulsada por las ilusiones y el trabajo de Juan Lasso y todo un equipo. Una bienvenida a un proyecto que navegará tan lejos como mariposas cruzan océanos en el aletear ligero de quienes saben que para llegar a un destino con la radio, la imagen y sus programas, el auténtico Dorado es conectar a personas a través de la palabra, la música, el pensamiento, el patrimonio cultural, artístico y emocional de quienes lo comparten y lo hacen posible.
Felicidad Batista