Empresario y dirigente del sector turístico en Argentina.
Horacio Reppucci, es uno de los lideres del Consejo Directivo y del Comité Ejecutivo de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y delegado de esta ante la OMT (Organización Mundial del Turismo) ocupando la Vicepresidencia 1ª de la Junta Directiva de los Miembros Afiliados en representación de las Américas.
Ha sido integrante de la Comisión Directiva de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo, miembro del Consejo de Administración de la Fundación Instituto de Calidad Turística Argentina – ICTA, integrante de la Comisión Directiva de la Cámara de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, y un largo número de cargos internacionales de primer orden.
Con años de experiencia en la industria turística argentina, se considera en un estado de constante aprendizaje, lo que le lleva a tener un carácter abierto que se equilibra con un vasto conocimiento de la industria turística nacional e internacional.
Estimado Sr. Reppucci, ¿en su opinión cuáles son las principales líneas de la política turística Argentina?
En la Argentina, desde hace muchos años, hemos tenido la gran posibilidad de trabajar el sector público y privado de la actividad turística en una excelente relación de sinergia, esto nos ha permitido tener políticas que estimularon el crecimiento del sector en forma permanente. Desde el año 2005 que entró en vigor la Ley Nacional de Turismo, la Cámara Argentina de Turismo ha sido reconocida como el aliado estratégico para el desarrollo de nuestro sector a nivel nacional e internacional.
El haber logrado colocar al sector turístico como uno de los principales generadores de ingresos para la economía, habla de lineamientos políticos que propician y seguirán propiciando su crecimiento.
Como experto en el turismo latinoamericano ¿qué rol cree que han jugado los destinos en atenuar el impacto de la pandemia en el Turismo?
Definitivamente la pandemia ha sido la peor crisis que ha tenido que afrontar nuestro sector en su totalidad. Todos los que de una u otra forma somos parte del turismo hemos tenido que participar y activar redes de contención, para que los daños no fueran mucho peores de lo que fueron.
En esto, toda la región, en un trabajo conjunto de los gobiernos con sus entidades sectoriales, han debido generar acciones de colaboración para el sostenimiento de las empresas.
Las realidades de políticas sanitarias fueron diferentes en cada país, algunos tuvieron cierres totales y otras restricciones parciales, pero indudablemente sin la asistencia gubernamental, hubiera sido imposible la subsistencia de la mayoría de las empresas.
Como argentino que ha vivido situaciones de todo tipo, ¿Cuál es la situación actual de la industria turística argentina?
Llevo 42 años trabajando en el sector, sin dudas a lo largo de este tiempo hemos tenido que acomodarnos y adaptarnos a situaciones muy complejas, pero también pasamos por períodos muy buenos, lo importante es tener la capacidad de encontrar el equilibrio y saber que estos períodos son cíclicos y que hay atravesarlos de la mejor forma.
Hoy la Argentina ha recuperado en gran parte el nivel de actividad prepandemia en turismo interno y en algunos destinos ya hay índices de crecimiento.
Por el lado del turismo receptivo, está siendo un poco más lento recuperar los niveles de la llegada de turistas del exterior, por ello es por lo que se están llevando adelante una gran cantidad de acciones de promoción desde el Inprotur, pero la menor conectividad con la que contamos comparada al 2019 a nivel regional, está afectando e influyendo en este tema, por eso es por lo que los mercados de países limítrofes son los que más han evolucionado en los índices de arribos.
¿Qué ofrece un país como Argentina al turista internacional?
Todo lo que un turista internacional puede buscar lo tiene disponible en Argentina. Tal vez mi afirmación parezca cargada de mucha subjetividad, pero es muy real. Nuestro país cuenta con una variedad de paisajes y climas que lo hacen atractivo durante todo el año. Nuestra cultura, la naturaleza, la gente, la gastronomía y los vinos, la música, los espacios disponibles para hacer eventos… Puedo estar mucho tiempo respondiendo esta pregunta y seguramente no alcanzaría a describir a pleno los grandes atractivos con los que contamos para ser un destino elegible de excelencia.
¿Cómo prevé la evolución de la industria turística en su país?
Soy muy optimista, considero que estamos viviendo un momento de coyuntura por la situación vivida en la pandemia, pero que también esta crisis nos ha dejado mucha enseñanza y oportunidades, entiendo que es un muy buen momento para invertir en el sector y que los frutos se verán muy pronto.
¿Cuáles consideran que son las claves de la oferta turística de su país?
Que tenemos oferta disponible para todos los presupuestos y perfiles de pasajeros, lo importante es poder darles a los que nos eligen lo que vienen a buscar, y en eso trabajamos mucho con las autoridades del sector para preparar a los prestadores de servicios con capacitaciones en conceptos de calidad. Turista que regresa a su país de origen satisfecho por lo que vivió en el destino, es nuestra mejor propaganda para que otros quieran venir.
¿Qué deben ofrecer los destinos turísticos para ser diferentes a otros de alrededor o destinos principales?
Uno de los grandes desafíos que está atravesando el sector es el cambio en la concepción del turismo en los últimos años, sabemos que hay un clara y visible transformación de hábitos, el turista dejó de ser contemplativo para convertirse en parte y protagonista de una experiencia de viaje, por eso creemos que una de las claves que se debe desarrollar sin dudas, es la generación de «experiencias satisfactorias del viajero» en destino.
Este gran cambio lo vemos reflejado en las redes sociales, las fotos de los viajes cambiaron, ya no son solamente buenos paisajes, ahora lo que más se buscan son los buenos momentos de disfrute a lo largo del día. Las experiencias que se puedan vivir en cada destino son el gran diferencial para hacerlo elegible.
En este concepto entiendo es en donde más se debe trabajar, conocer lo que cada perfil de pasajero puede buscar y hacerle llegar el mensaje que esas experiencias serán «memorables, únicas y exclusivas» en el lugar que estamos promocionando.
Si se logra el objetivo de hacer sentir al turista que eligió el destino correcto en función de lo que buscaba, seguramente quiera volver a visitar el lugar nuevamente.
Teniendo en consideración su gran conocimiento de los países de América en general, y de América Latina en particular, ¿considera que las políticas turísticas que se desarrollan están alineadas o cada país tiene una línea diferente?
Sin dudas lo más importante es que la mayoría de los países de las Américas han visto y entendido que el turismo es una gran oportunidad de desarrollo de sus pueblos.
La actividad es una importante generadora de trabajo e ingresos para las economías nacionales y regionales. Hay pueblos que sin turismo hoy no serían viables.
Cada país ha madurado este concepto en diferentes momentos y también por eso es por lo que el crecimiento ha sido diferente en unos y en otros. Pero sí hay algo que todos deben entender, que para tener turismo debe haber buena conectividad, y que la infraestructura que cada destino tenga disponible será vital para el desarrollo de la actividad. Por eso es muy importante que los gobiernos trabajen en forma integrada en las diferentes áreas de gestión, la evaluación de las necesidades. Transporte, aeropuertos, comunicaciones, carreteras, servicios públicos, preservación del ambiente, seguridad, … todos son temas vitales hoy para el desarrollo del turismo.
¿En estos momentos cuáles cree que son los puntos claves en la relación entre las instituciones públicas y la industria turística?
Hoy entiendo, que luego de la pandemia, todos han asumido que la unión hace la fuerza y que ambos sectores necesitan del otro para que su realidad sea buena, complementarse sin dudas es el mejor camino. Así lo vivimos en Argentina, la sinergia de ambos sectores en la actividad turística funciona muy bien.
¿Considera que la pandemia ha introducido cambios relevantes en el comportamiento de los turistas y viajeros, o todo sigue relativamente igual?
Sí, hay cambios, pero no tan grandes, lo que más busca el turista en sus viajes es disfrutar y pasar buenos momentos, todo lo que puede alterar estas premisas conspira para que el destino sea elegible. Por eso todos los requisitos sanitarios de ingreso exigibles en los diferentes países cambiaron la estrategia en el momento de planificar vacaciones.
La incertidumbre genera temor, y el temor hace que las decisiones o no se tomen, o se posterguen
Era muy común escuchar en mi empresa que la gran preocupación que tenían los pasajeros era no saber qué se debería hacer si un PCR daba positivo, y esto en muchos casos alteraba la decisión de un viaje.
Por suerte estos temas se han ido simplificando y clarificando mucho, pero aún queda cierta sensibilidad en algunos turistas por no querer estar en espacios cerrados muy concurridos.
¿Cuáles considera que son las principales tendencias del turismo internacional?
El gran desafío es recuperar lo perdido y volver a crecer. Las tendencias y mediciones indican que vamos en ese camino, lograr que los registros de arribos que teníamos en el 2019 pongan nuevamente el mercado en equilibrio y luego ir por índices de crecimiento sostenidos en el tiempo.
Por otra parte, siento que hay una conciencia mayor de responsabilidad por preservar los recursos naturales y la sostenibilidad de los destinos, esto es muy importante que podamos trabajarlo entre todos, porque en gran parte el crecimiento debe estar acompañado de políticas muy serias y concretas de del cuidado del ambiente, midiendo el impacto que las diferentes actividades generan sobre el mismo
¿Cómo entiende usted la frase: “digitalización de la industria turística”?
La sociedad se va día a día orientando hacia la digitalización, nuestras vidas cotidianas van también hacia ese lado, por la tanto la actividad turística no escapa a esa realidad. No verlo de esta forma es querer tapar el sol con la mano.
Son procesos que gradualmente todas las empresas y destinos deberán asumir y poner en marcha. El cliente es el rey y hoy gran parte de su vida pasa por el uso de la tecnología. Los procesos comerciales, de marketing, de acceso a la información, por citar solo algunos ejemplos, van impulsando el cambio que todos deberemos asumir.
¿Cree que la industria turística internacional hace esfuerzos para dar soluciones creativas en la promoción turística?
Hablamos de recuperar mercados y niveles de arribos… gradualmente fuimos volviendo a los sistemas tradicionales de promoción como son las grandes ferias, pero también las redes hoy juegan un gran rol protagónico en las acciones de promoción.
El correcto equilibrio entre los sistemas tradicionales y los más innovadores sería lo que entiendo más recomendable en este momento.
Hay que seguir participando en las ferias y acciones presenciales de capacitación y encuentros comerciales, pero también incursionar en los medios digitales para estar presentes en los dispositivos tecnológicos de los potenciales clientes
En su opinión, ¿cuáles creen que son los ejes de una política turística tras el impacto de la pandemia?
Volver a posicionar los destinos y recuperar los recursos y el capital humano que se perdió en ese triste lapso.
Muchas empresas quedaron muy afectadas en lo económico y en su estructura de funcionamiento, hay que seguir acompañándolas su normalización.
Gran parte de los recursos humanos del sector migraron por fuerza mayor a otra actividad y hoy que se los necesita cuesta remplazarlos, poner el foco en la capacitación y formación de nuevos postulantes es una necesidad para el sector privado, pero también una oportunidad para los gobiernos de generar empleo.
¿Porque considera que el TSTT puede ser relevante para los destinos turísticos?
Porque a partir de ahora tendremos un grupo de expertos, especialistas en las distintas disciplinas que son vitales para el desarrollo de la actividad turística, trabajando en forma conjunta y organizada para dar soluciones a las problemáticas y desafíos que se presentan en forma permanente.
En una sociedad dinámica y expuesta a permanentes cambios, es necesario tener un equipo que lidere y propicia los ajustes que se deben hacer para que los tiempos de adaptación sean lógicos y los impactos del ajuste minimizados.
Según usted, ¿cómo un destino turístico puede beneficiarse de los aportes del Tourism and Society Think Tank (TSTT)?
Nuestra trayectoria y experiencia en el sector y la distribución internacional de sus integrantes al desempeñarnos en diferentes países nos dan una visión muy completa de lo que ocurre en el sector y de las posibles soluciones que hay para resolver determinados temas, hoy creo tenemos una gran oportunidad de colaborar con los destinos y hacer importantes aportes para la toma de decisiones.
Hablemos de los ciudadanos que viven en los destinos turísticos, ¿Qué rol tienen estos en el desarrollo turístico de los destinos?
En primer lugar, creo que es determinante lograr que los habitantes de cada destino tomen conciencia de lo importante que es la actividad turística para el desarrollo social, económico y cultural de los pueblos. Esto se debe trabajar, no hay que esperar que este proceso ocurra en forma espontánea, hay que trabajarlo y programarlo.
Si logramos que los integrantes de una comunidad asuman los beneficios que sobre la misma genera el turismo y actúan en consecuencia, se convertirán en una legión de buenos anfitriones y esto dará un grado de calidad en la prestación del servicio y calidez en el trato al turista que será un importante diferencial para el destino.
Estimado Sr. Reppucci, todo un placer tener la oportunidad de compartir con usted, y transmitir sus aportes. Esperamos contar con su visión en un futuro próximo ya sea mediante una entrevista o participar de sus reflexiones a través de sus escritos.